martes, 9 de febrero de 2010

la historia de los carnavales 2010

Un carnaval poco carnavalesco
Publicado el 8/2/2010

“Vuelve el pobre a su pobreza, el rico a su riqueza; la zorra pobre a su portal, la zorra rica a su rosal, el avaro a sus divisas”. El tema “fiesta” de Serrat nos describe muy bien el espíritu carnavalesco, si bien está describiendo la fiesta de San Juan (aunque está indirectamente relacionada al carnaval). Las cuatro características de carnaval desde sus inicios fueron: Celebración orgiástica, religiosa (relacionada con algún evento sacro) anárquica (se rompen las barreras sociales y culturales) y popular (participación activa de toda la comunidad).

La historia de lo que podríamos denominar carnaval hunde sus orígenes en los principios de la civilización occidental. En la antigua Sumeria (3000 ac) era parte de las celebraciones del año nuevo. Éstos duraban 12 días y recreaban la creación del mundo. El primer día el rey entregaba sus atributos reales a los dioses simbolizando que no existe el gobierno ni las normas, entonces durante cuatro días (aquí el origen del Carnaval)el pueblo se daba a un desenfreno de excesos en donde se rompían todos los tabúes y las restricciones sociales y morales. Con esto se representaba el caos primigenio antes de la creación del cosmos.

Esta festividad se extendió por todo el Mediterráneo, en donde los diversos pueblos le asignaban diferentes significados religiosos y fechas. Sin duda se había convertido en la fiesta más popular de la antigüedad.

Las bacanales, las fiestas dionisíacas, las lupercales, las saturnales entre otras eran la manifestación de estos festejos orgiásticos. ¿Pero como el carnaval pasó a tener un lugar fijo en el calendario? Está relacionado con la diosa Carna, los fabianos y las calendas de febrero, pero sería muy extenso explicarlo en esta nota (en otra oportunidad seguro lo hago).

Cuando el cristianismo triunfa y se expande por Europa (s. IV a VIII DC) no puede suprimir estas fiestas, por lo que lo incorpora a su calendario, pero al ser demasiado jolgórico como para asimilarlo a un santo, destinó estos 4 días a un relaje social, para poder soportar las duras restricciones de la cuaresma. El carnaval pierde así su carácter orgiástico (aunque siempre queda algún trasfondo sexual).

Tanto en la antigüedad como en el medioevo estas expresiones colectivas de alegría desordenada servían como válvula de escape, a las tensiones sociales producidas por las relaciones intersubjetivas de todo un año. De esa forma la sociedad “cargaba sus pilas” para los 12 meses siguientes.

El carnaval medieval es el que traen los conquistadores europeos a América; aquí se le agregan elementos culturales indígenas y africanos. Aunque ya perdió su carácter orgiástico y anárquico todavía es popular y religioso. El secularismo del siglo XX le quita su aspecto sacro quedando como fiesta popular.

Justamente este último aditamento es el que vemos hoy extinguirse, las demandas del mercado, la oportunidad de dejar divisas a la provincia, formatean un nuevo carnaval en el que uno paga su entrada (según el status social al que pertenece) y ve desfilar en orden y cronométricamente a bailarines y grupos musicales, por momentos parece un espectáculo deportivo. La participación popular está al mínimo (los comparseros y sus hinchas).

1 comentario:

  1. a mi me encanta las fiestas de carnavales
    se esta muy bien
    la gente se divierte mucho muchisimo

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