En los siglos XIX y XX se celebraban en los tribunales de justicia españoles dos fiestas que duraban 2 ó 3 días, la primera en Octubre en honor a San Estero, y la siguiente en Mayo, en honor a San Desesteo. Coincidían estas fiestas con el Otoño y la Primavera y los funcionarios nunca explicaban nada sobre los santos a los que homenajeaba. Dichas fiestas dejaron de celebrarse en 1.958.
Un día, un portavoz del Consejo General del Poder Judicial explicó que por San Estero se colocaban las alfombras en los edificios judiciales para los meses fríos, y por San Desestero se retraban las mismas que no eran necesarias en los meses cálidos.
En definitiva, que estos dos santos eran tan inexistentes como San Jorge, aunque este último es un buen negocio para las librerías y las floristerías en Cataluña.
Ideado por Enrique y escrito por Juan José Argüelles López
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