Desde la ventana

Desde el alba miraba ella,
su mirador la ventana,
al anochecer una estrella,
los paseos de la gitana.
Sujeta estaba a la silla,
su cerebro con los sueños,
al llegar la pesadilla,
se mordía fuerte los puños.
Un hombre desconocido,
está lejos en la calle,
ella no pierde detalle,
despacio se está acercando.
Al pasar una sonrisa,
ella también le saluda,
parece que tiene prisa,
le sigue con la mirada.
Ya tiene algún objetivo,
ya no se siente tan sola,
ya no llora sin motivo,
su presencia la consuela.
Cuando un día el hombre se para,
ella se pone contenta,
en su cerebro despierta
aquella pasada espera.
Todos los días se saludan,
Él se para unos minutos,
de minucias ya conversan
se consideran amigos.
Hoy la emoción ha vencido,
el se acerca a la ventana,
de pronto se ha incorporado,
recuperación cercana.
Sus piernas anquilosadas,
recuperan movilidad,
unas tranquilas miradas,
es la verdadera amistad.
Así pasaron tres años,
mucho más puede moverse,
el habla de sus trabajos,
se siente feliz al verle.

Escrito por Enrique y transcrito por Yolanda

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